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Supongo que estará bien el tomarme una pausa en mis vacaciones para seguir desenredando y desahogando los instantes de mi vida en mi refugio personal en la web, pues hace tiempo que no dejaba un rastro mío por aquí, aunque a veces esto sea "una página en blanco que no he sabido escribir", como dice Jarabe de Palo en una canción.

Y creo que no es casualidad que lo haga hoy, 14 de febrero: siento que cada año que pasa y que estoy en el umbral o sumergido es esta fecha, hay como una especie de morfosis dentro de mí, que me aprieta el corazón y me lo deja sin sentimientos y sólo con un sufrimiento de querer algo que no puedo tener. Y siento que me vuelvo más retraído, más timorato y sobretodo, más reaceo a probar las bondades de intentar estar enamorado de nuevo.

El camino a la felicidad no está hecho de flores y es lo más fácil del mundo, eso lo tengo claro. Pero me pregunto a veces si tantas cosas que he aguantado, tantas humillaciones, penas, dolores, angustias, búsquedas, esperas, ilusiones y sentimientos servirán de algo o sólo están guardándose en mi corazón y transformándolos en una coraza que será dura de roer cuando llegue el momento del verdadero amor.

Supongo que eso lo sabré cuando llegue el momento adecuado... O quizá el próximo 14 de febrero.

PD: Repita 100 veces: "No celebro fechas comerciales" (a ver cuánto me dura el discursito).