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Creo que si bien el proceso de cambio de casa es en sí complicado por todo lo que conlleva el cargar con muebles y recuerdos desde un lugar a otro, es tan o más difícil el paso siguiente: la adaptación al nuevo espacio hogareño.
Para empezar, había que ver el nuevo ambiente en el que nos moveríamos (es decir, ubicar lugares de compra, la locomoción que pasa, etc). También debíamos ver qué cosas faltaban a la casa para hacerla más comoda (cortinas, alfombras, entre otros)...
Pero no sólo de cosas físicas y de ubicarse en este lugar se trató nuestra adaptación. También es un proceso sicológico, pues ahora se llega más luego a la casa por estar tan cerca del metro y eso es un cambio en el chip mental que estaba acostumbrado a un viaje más antes de llegar.
Pero bueno... Ya van a ser 3 semanas desde que estamos acá y de a poco nos hemos ido acostumbrando a este lugar... Sólo espero que no tengamos problemas y que podamos entablar amistades, cosa que no ocurrió en los 9 años que estuvimos viviendo en el mismo sector.

Por diversos motivos, había dejado este rincón de lado. Pero creo que ya es hora de volverlo a tomar para seguir contando hechos de mi vida o cosas así.
Será bueno recomenzar en este blog contando qué ha sucedido en la vida de mi familia y la mía con el reciente cambio de casa al que (se supone) será el hogar definitivo de mis viejos.

Aunque el cambio más pesado se produjo el 1º de noviembre, ya habíamos empezado desde un tiempo hasta esa fecha a mudar las cosas de lugar. Además, se aprovechó de cambiar cosas que simplemente ya no nos servirían:

- La cocina no cabía en la ídem, por lo que se debió comprar una nueva.
- Mi cama se la iban a llevar al sur, por lo que se debió comprar un camarote.
- Mis viejos darían su cama de baja, por lo que también eso llegó nuevo.

Fueron esas las cosas que llegaron primero, pues las mandaron para acá. Luego, en un sin fin de viajes trajimos lo que más necesitábamos y lo que se pudiera traer sin requerir un esfuerzo mayor. Hasta que el mencionado primer día de noviembre, se llevaron los muebles del living, el refrigerador, la cama de mi hermano, entre otras cosas. Aún faltaba mucho más, pero fue lo suficiente como para decir "hoy dormimos en la casa nueva" (porque pará que dormir en una casa sin muebles, cocina, ni otros utensilios vitales para una familia).

Dicen que hay gente que le cuesta adaptarse a los cambios, pero uno cede y va adaptándose con el tiempo. Creo que para mí fue algo más sencillo que para mi mamá y mi hermano. Aunque sólo llevamos 3 semanas viviendo acá, creo que ha sido bueno hasta ahora.

Sé que me faltan otras cosas que contar... Pero eso lo dejaré para una segunda parte. Así tengo que volver a publicar el blog y no lo dejo tan botado.