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Y nuevamente me encuentro aquí, al sur de Chile. Específicamente en la Octava Región. Y más específicamente en Tomé, a 25 minutos de Concepción, donde estoy pasando las vacaciones oficiales de mi verano 2007.

Jueves 18/01.
Hoy hice esa especie de manda que acostumbro a hacer cada año que vengo a Tomé: subir esa interminable escalera que está cerca de la casa de mi abuela, para después salir por un costado de la antigua via de tren que hay y de ahí a recorrer el centro un rato. Hoy también vi a hartos familiares de acá y aprovechamos de arreglar "mi pieza" en lo que al techo se refiere. También aproveché para pasear por el centro de Tomé (que está como a 10 minutos caminando desde la casa de mi abuela).

Viernes 19/01.

Flojísimo el día. De hecho, dormí la siesta en la tarde (cosa que nunca hago). Ni siquiera quise salir a pasear o a recrear la vista en la noche. Día 0 aporte en términos bien claros.

Hice una caminata más que larga. De hecho, decidí que quería llegar lo más lejos posible para despejar la mente. Por lo mismo, empecé subiendo esa escalera larga que mencioné anteriormente y así llegué a donde hay una gruta. Recé un rato a la Virgen y de ahí bajé hasta el centro. Di vueltas un rato y de ahí me puse a caminar por la antigua línea férrea que permanece en Tomé. Hice una parada en el muelle y contemplé el paisaje antes de seguir caminando. En el trayecto, atravesé la Estación abandonada, que está ahí como otra testigo más de los tiempos en que pasaba el tren por acá. Seguí avanzando y llegué al sector denominado "Bellavista", donde están las vías de llegada y salida de Tomé. Para mí ya era más que suficiente lo caminado, por lo que me devolví, esta vez por el camino habitual.

Hoy vi muchos más parientes (algunos que ni conocía). También jugamos Taca Taca como parte del entretenimiento para capear la espera de mi padre y mi hermano que llegaban esta noche.