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Cuando estuve en el casting para poder participar en el "Allá Tú", la gente de Endemol (la productora a cargo) nos explicaba que, más que personas, ellos buscaban personajes que llamaran la atención del público a cual iba dirigido el programa. Por eso pedían que la gente fuese histriónica y jugada a la hora de presentarse.

Como éramos muchos, la prueba de cámara de cada postulante la veíamos todos. Así pude notar que la mayoría de los que habían salido no mostraban entusiasmo cuando les preguntaban qué harías si te dicen "ganaste/perdiste X cantidad de plata". Ese detalle me dio una noción sobre cómo debía hacerlo cuando tocara mi turno.

Cuando me tocó y preguntaron sobre la reacción que tendría si ganaba un gran premio, salté y di un grito muy fuerte de alegría y de euforia, como si hubiera pasado realmente. Aquella escena dejó muy impresionados a los encargados del casting y a varios de los que estaban, igual que yo, postulando al programa. Cuando hicieron la preselección, fui uno de los que quedó.

Aunque al final no participé, perfectamente pude haber sido uno más del montón, presentarme sin impresionar y ser despachado de inmediato. Pero el tener aquella idea de mostrar algo diferente a los demás, al menos me hizo pasar un par de etapas.

Relacionándolo con mi presente, desde hace unos días empecé a sentir que debía dejar de pensar como cesante y evitar dejarme estar como le pasa a los cesantes. He vuelto a pensar como publicista y a darme cuenta de que sólo necesito una buena idea para mostrarla al mundo. Para decir que no soy uno más del montón y que tengo mi plus.

Y aunque ya tengo muchas ideas pero pocos recursos para producirlas, ya se me ocurrirá algo más para solucionarlo...:)