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No hay mucho que contar sobre hoy. Sólo que como ha pasado varias veces, fuimos a la bodega del Instituto, que está por debajo de la Torre. Por lo mismo, las dimensiones de ésta son enormes y puedes encontrar de todo lo que se te ocurra en lo que se refiere a material para publicaciones o de oficina (léase un sin fin de resmas gigantes de papel, de forros para libros, tintas, cartulinas, etc.). De hecho, cuando necesitan papel para imprimir, sacan una de esos paquetes gigantes y en la parte de Artes gráficas lo guillotinan del porte que se necesite.

Y eso más que nada... Supongo que la otra semana será más interesante, ya que entraremos en octubre y en las tres últimas semanas de práctica que me van quedando.