Todos tenemos nuestros días malos, nuestros días pésimos y días en que más vale dejarnos solos para que podamos descargar nuestros problemas sin que otros nos vean o salgan afectados.
Bueno, eso fue lo que le pasó hoy a mi jefe... De hecho un compañero de la pega (que tiene más confianza con él) nos dijo que saliéramos y lo dejáramos solo un buen rato, por lo que nos fuimos al pasillo y estuvimos ahí un buen rato hasta que pasara la tormenta, por decirlo de alguna manera. Cuando entramos ya estaba más calmado y mejor, pero ya era también la hora de irse.
En fin... Esperemos que pase lo que le pase, todo termine bien.
(Continuará...)