Me aburrí de estar llegando al filo de la hora y de estar poniendo una cara de "disculpe por la hora, pero no pude llegar antes" cuando simplemente no logro que mi humanidad cruce la puerta de la sección antes de las 8:30.
Por lo mismo, opté por volver al antiguo "horario" de despertar a las 6 de la mañana y que mi papá se levante a las 6:30. Habíamos cambiado turnos de levantarnos para que yo ganara media hora de sueño más, pero eso se tradujo a que me levantaba, bañaba, vestía, desayunaba y salía media hora más tarde y, por ende, llegaba tan atrasado.
Hoy comenzamos con el cambio. Y les digo que no saben la satisfacción y el alivio que tenía cuando vi en el reloj que eran las 8:10 cuando estaba entrando al IGM.
PD: Hoy fui nuevamente a preguntar por el famoso cheque de la locomoción a ver si estaba. ¿La respuesta? "Hasta el martes"...:(
(Continuará...)